viernes, 3 de octubre de 2014

MOONROSE CP-19


Capitulo 19: "Moonrose, El Hombre Del Arte"
 



Y así fue…

[Faltando 2 días para el “Día de Gracias”, mi vida cambio, mi familia es como cualquier otra; un padre, una madre y un hermano menor que como cualquier otra familia tiene sus problemas. Mama es algo histérica y agresiva con papa, él se droga en secreto, tratan de darnos lo mejor, pero dentro de su habitación una tormenta se desencadena.

Ella, mi única salvación, una persona tan especial. Junto a ella aprendí a ver el arte, la belleza de las cosas e increíblemente la de las personas, con ella aprendí algo muy importante: “El mundo es un escenario, la vida es un show que pase lo que pase debe continuar, hasta que caiga el telón”. Eso siempre me lo decía ella, me enseño que los artistas no son solo esas personas de traje adineradas, me enseño que los artistas son aquellas personas que se expresan a través de algo como la música, la escritura, la pintura cualquier cosa que te apasione que salga de tu corazón.

Yo estuve esperando por mucho este día, ella me lo había prometido. A ella siempre le gusto la luna, porque decía que en aquellos momentos oscuros ella siempre le brindaba esa luz que parecía la esperanza. Sería el último eclipse del año, sería un eclipse lunar total, y que mejor verlo que desde la colina de las rosas. Así es, ella tiene un campo hermoso donde desde muy niña cuidaba un pequeño arbusto de rosas que con el paso del tiempo ocuparía todo una hectárea, un lugar perfecto para dejar volar tu imaginación, dejarte llevar por una pasión. Desde que tengo memoria ella siempre me llevaba, nunca paso nada malo.

Nadie en este mundo tiene el derecho de quitarle la vida a una persona, eso es algo muy cierto; mucho menos si la encargada de extinguir la luz de la vida es una porquería, alguien que no tiene validez alguna.

Hubiese dado mi propia vida, pero no, tomaron la de ella, tomaron la vida de la persona que más ame en esta vida. Tomaron su vida, la vida de la persona que me lo enseño todo, de ella aprendí. Extinguieron su luz, todo por unos simples 150 dólares, solo por eso. Su vida no tenía ese valor, ni todo el oro del mundo, ni todo un mundo sería suficiente para pagar por su vida. Ella era una persona que no tenía precio, tenía demasiado valor como para valorizarla con algo material.

Dos personas se adentraron en su pequeño campo, no encontraron más que 150 dólares. Ellos esperaban algo más, pero no, ella solo tenía eso para ofrecerle. Le apuntaron un arma en su cabeza, le  amenazaron; ella pidió piedad por mi vida, yo indefenso sin poder hacer nada observaba la situación con sumo temor por ella, por esa persona que tanto significo y significa para mí. Me miraron, pudieron ver el miedo a través de mis ojos, y así sin remordimiento, sin dar ninguna vuelta, sin nada de compasión por esa pobre anciana, le dispararon, extinguieron su vida. Hermosa Julieta, espero 25 años para reunirse con su Romeo en el cielo, aunque ella siempre decía que estaría con el abuelo en el infierno por haber sido unos pecadores, solo por huir de su familia, por desaparecer de las personas que los conocían, para evitar los prejuicios.

Ella se casó con un hombre casi 15 años mayor que ella, pero ambos se amaron hasta el final y más allá, ella lo amo y continuo con el hasta que el la dejo su hora de partir llego; ella tardo un poco más, pero volvió con él.
  
Ella, mi maestra, me enseño todo tipo de arte, todo excepto uno, ese arte en el cual no estoy interesado en conocer y entender.

El arte del amor.

Para que aprender ese arte, seria en vano, no me interesa y me niego a entenderlo, analizarlo y relacionarme con ese arte. Ella me dijo que ese era un arte bastante diferente, complejo y muy peligroso. Pero yo no quiero más, para que pedir más, estoy conforme con lo que soy; una persona diferente, eso es lo que soy. Estoy bastante tranquilo con lo que he hecho, he cobrado venganza por mano propia. A mis 13 años puedo decir que extinguí la vida de dos personas; si, aquellas personas que le quitaron la vida a mi maestra. Dañaron la rosa más hermosa de aquel jardín, debían pagar por ello.

Gracias a ella “Soy lo que soy y soy lo que seré”.

La hoja término allí junto con el relato, Frank estaba impresionado, el viento se encargó de darle la vuelta a la página, vio un recorte de diario.

Estaba la foto de una mujer, abajo decía un nombre: “Elena Le Rush”. La fecha de fallecimiento concordaba con la fecha descripta por Gerard. Entonces eso daba por conclusión que gracias a ella, su maestra, su abuela, su protectora, él era como era gracias a ella y a su crianza, el rencor y el odio se alojó en su corazón cuando dos criminales le arrebataron a esa persona que el tanto quería. Había otra fotografía también de recortes de diarios algo dobladas, los vio.

La boca de Frank se abrió completamente, su rostro se tornó de asombro, el mismo Iero había sido testigo en ocasiones de lo que era capaz de hacer Gerard pero eso era algo inhumano, se negaba a creer que la persona dueña de su corazón fuese capaz de hacerle eso a dos personas.

Dos personas prácticamente irreconocibles estaba sin sus extremidades, sus troncos estaban marcados con cera, parecía que les hubiesen desfigurado la cara con algo caliente.

Cerró el libro, estaba asustado pero quería saber más sobre Way. Lo volvió a abrir, esta vez en otra página.

[Bajo la luz de un farol logre divisar su rostro, es de estatura baja, sus ropas están algo desgastadas y sucias, su rostro está cubierto por dolor; lo sé, logro ver su tristeza. Él es demasiado transparente y una persona bastante vulnerable a pesar de que su vida ha sido difícil, lo sé por su estado, por lo profundo de su mirar. Podría terminar con su vida pero no podría, su mirar me recuerda a mi abuela.

Pero a pesar de eso son bastante diferentes, pero a la ves bastante parecido.

Una serie de acontecimientos han facilitado mi acercamiento hacía el. Él sabe que soy Moonrose, al principio me temió creo que aún lo hace, pero está bajo mi poder. No sé cómo puede tener esas agallas, sabe que yo sé que lo tengo bajo mi dominio; mas sin embargo no hace nada para defenderse o para ocultarlo, simplemente me lo demuestra, eso es algo que yo me niego a demostrar. Ella tenía razón, el arte del amor es algo peligroso, porque sabes que tu vida ya no de pende de ti si no del otro y a la ves el otro depende de ti].

El rostro de Frank sonrió, al voltear a la última página escrita desapareció esa sonrisa y ese rosado de sus mejillas.

[Me ha traicionado, cuanto lo lamento por él, haré de sus días un infierno, haré que pague por todo, y  el mismo me rogara que tire del gatillo].

El aire del miedo volvió a caer sobre él, cerró aquel libro, el viento cálido se infiltraba en la habitación.

Que tire del gatillo…- dijo con temor en vos alta.

-Y lo harás, Iero-entre las sombras espesas estaba Way el cual se acercó, tomo el rostro de Iero en sus manos lo acerco hacía el.

Frank abrió la boca a más no poder, tenía el miedo implantado en su cuerpo, sus ojos lo expresaban y su respiración lo delataba.

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