miércoles, 8 de octubre de 2014

MOONROSE CP-27




Capitulo 27: Un Misterio,  Muchas Coincidencias.




Unos ruiditos bastante agudos y molestos se escuchaban desde la cocina, los cuerpos de los personajes reposaban sobre las sábanas blancas.

Un golpe los despertó a ambos, esos débiles llamados acompañaban los múltiples ruidos que se escuchaban, todos provenientes de la cocina.

-¿Qué es eso?- pregunto el menor estirándose en la cama.

-No sé, deben ser los gatitos… no te preocupes, Pansy los debe estar cuidando…-dice el mayor mientras toma su mejilla con una mano y besando la otra con sus labios.

El cuerpo del menor volvió a refugiarse en el pecho del otro, mientras sus brazos los protegía.

-Gee….-

-¿Si?-

-¿Qué va a pasar hoy?-

-No sé, quieres que me quede acá con vos, puedo decirle a mi cliente que la cita la cancelemos para mañana a primera hora-

-No, no es eso. Yo me refiero a que…. –

-Miau….las uñas de uno de los pequeñines se clavaron en la espalda  de Iero.

-Auu…- dijo el menor mientras hundía su cara en el pecho de Way.

-Pero como llegaste acá, pequeño..- dijo mientras lo tomaba del cogote.

-Mia…- miraba el pequeño mientras era suspendido en el aire por Gerard.

-Gee… no lo tomes así, lo vas a lastimar…-dijo en menor mientras lo tomaba entre sus manos, ya sentado sobre la cama.

El gatito escuchaba sin entender nada.

-No le pasa nada, Frankie….-

-Mira, pobrecito, mira que lindos ojitos tiene, Gee…-

-Me párese que este saco los ojos del padre, son re negros – dice el menor nuevamente ignorando la mirada de Way, el cual estaba concentrado en su cuerpo desnudos sin percatar toda la lujuria que se apoderaba en Gerard. Con tan solo verlo así, sabiendo y dando por asegurado que ese pequeño y hermoso manjar que se encontraba sobre su cama le pertenecía totalmente a él y solamente a él. Orgulloso de tener su corazón en sus manos, de saber que tiene la vida del menor bajo su poder.

-Si…sos hermoso….- dice mientras deposita un beso en su cuello, envolviendo con sus brazos la cintura de Anthony.

El gatito solo miraba atento mientras los ojos de Frankie se cerraban dejándose llevar por el ritmo de Gerard, los besos de él lo transportaban a un mundo de maravillas, lo encantaba, lo envolvía en su manto, para después enseñarle lo que es llegar al momento culmine de la excitación, donde parece que en cualquier momento el alma abandonara el cuerpo, donde las pieles solo estorban, para mostrarle lo que dos amantes hacen en la oscuridad hasta un amanecer prospero a continuar su amor.

El teléfono sonó, el gatito con una de sus patitas se “acariciaba” la carita. Abrió rápidamente los ojos, aún continuaba con el gatito entre su mano, pero Gerard ya había hecho varios movimientos mientras él estaba en un trance dejándose hacer por el mayor.

Callo en la cuenta de que el gatito estaba tratando de “atrapar” y “ahuyentar” los pétalos que caían sobre sus cabezas, sintió el miembro endurecido y amenazante por entrar en él, tomo conciencia de que él estaba sentado sobre el mayor mientras que este último lo estaba tocando de manera “indecente” sobre su zona baja, mientras que la lengua de mayor exploraba y se apropiaba de su boca, robándole el oxígeno.

-Gee…- dijo separando sus labios...- el gatito….-

-Pero a quien le importa...Déjalo por ahí, se va a ir con Pansy….- dijo intentando volver a besar los labios del menor, que parecían agua en el desierto.

-Gee… el teléfono…-

-No importa, después veo quien fue…-

-Pero…- Gerard tomo al gatito, y lo dejo en el suelo.

-Solo déjate llevar…- dijo acariciando su abdomen y recostándolo sobre su pecho, mientras su cuerpo lentamente descendía hasta llegar a las suaves sabanas, del colchón.

-Miau…- y el teléfono seguía sonando, el bote de basura llego hasta la habitación en el cual dentro de este se escuchaban los maullidos de uno de los tantos pequeñines.

Ambos movieron sus cabezas sobre este objeto que venía rodado, en el cual al impacto contra uno de los zapatos de Way se detuvo, pasaron algunos segundos y la pequeña cabecita de uno de los felinos se asomó dentro de este.

-No creo que Pansy este con ellos… -dijo Frank parándose a sacar al pequeño enredado entre los desperdicios.

-Iré a ver a la cocina…- dijo Way mientras Frank tomo el teléfono el cual aún estaba sonando.

-Hola…-

-Hola amor...-

-¿Perdón?- dijo desentendido el menor.

-¿Gee?- pregunto una vos masculina desde la otra línea.

-¿Quien es, Frank?- pregunto Way mientras traía consigo un vaso en el cual uno de los tantos felinos estaba dentro, mostrando su pequeña colita, al parecer estaba atascado sin saber cómo salir.

-Disculpe, ¿quién habla?- pregunto Frank.

-Mikey, esta Gerard?-

-¿Mikey?- dijo de manera incrédula Frank.

-Toma...- dijo Way contestando.

-Hola, ¿Mikey?-

-Hola hermano, ¿cómo estás?-

-Bien, bien ¿y vos?-

-Muy bien y contento –

-Que bien, ¿cómo te va por allá?-

-Bien, ahora estoy llegando a tu casa-

-¿Qué?-

-Si, pensaba pasar a despedirme de vos, a la tarde sale un vuelo a Londres –

-¿Londres?-

-Si, a empezar mi nueva carrera-

-Como, ¿y la que estas siguiendo?-

-Después te explico bien, chau. No salgas, ¿de acuerdo?-

-Bueno, te espero…-corto.

-¿Quién era?- pregunto al instante Frank. Mientras terminaba de ponerse los pantalones.

-Alguien especial...- Way noto esa tonada de celos y entre enojo de Frank.

-Como sea...- dijo molesto volviendo a la cocina.

Way solo rio por unos momentos, mientras se colocaba la ropa.

Iero, mientras tanto, luchaba para que los pequeñines se quedaran quietos, ya que a pesar de ser 5 recién nacidos parecía  más de una docena. Logro liberar al que se encontraba dentro del vaso, al igual que el que se encontraba dentro del microondas, trataba de mantenerlos en uno solo lugar, pero era imposible. Los pequeñitos traviesos no dejaban de hacer renegar al pequeño Anthony.

Cuando por fin logro tener a los cinco, Way lo llamo.

-Va a venir alguien muy especial para mí, así que hoy no iré a trabajar…-

-Si, ya me di cuenta...- dijo indiferente.

Way solo mostraba esa sonrisa pícara de lado.

-¿Dónde están los gatitos?-

-En la cocina...- contesto, buscando algo para su calzado.

-¿En qué parte?- grito Way desde ella.

-A lado de…- Frank regreso junto a Way tratando de ponerse una zapatilla, casi se desmaya al darse cuenta de que no estaban ninguno de los 5.

-Pero que….yo le deje allí...- dijo indicando con el dedo.

-Shuu- dijo Way, ambos escuchaban un pequeño maullido muy lejano, como si no estuviera en el lugar, no escuchaba más que eso…

Ambos se miraron tratando de deducir.

-La ventana...- señalo Frankie, ambos se acercaron temerosos a descubrir su hipótesis.

La cual era correcta.

La más pequeña estaba sobre el mástil de la bandera del edificio, estaba mirando a su alrededor sin tener la más mínima idea del peligro que corría, para su suerte este se encontraba dos ventanas más abaja, de lado izquierdo.

-Busca a los otros 4, yo voy por ella…malditos gatos...donde putas se metió Pansy...- corría renegando a través de los pasillos del edificio.

Frank empezó su búsqueda intensiva de las otras 4 criaturas.

Tomo una corbata de Gerard, la ato a la pata de la mesa, la única forma de tenerlos quietos seria atándolos a pesar de que él no quería, esa era la única medida que encontró hasta hallar a los demás.

Pronto encontró a los 4 restantes, uno estaba sobre la heladera, el otro sobre el perchero del living donde se dejan los abrigos, el tercero estaba colgando de las cortinas del baño, y el último estaba nuevamente atascado en la casetera de la grabadora de Gerard.


-Disculpe, emm... Mi gato está colgando del mástil de su bandera, podría pasar a buscarlo…-

-No hay problema, joven...- dijo la anciana.

-Gracias… permiso – ingreso Way a buscar a la más pequeñita, la cual estaba empezando a dormirse sobre el mástil.

Way un tanto fastidiado por la situación incómoda, la tomo del pellejo de la nuca, y la arrastro hasta dentro de la vivienda.

-Eres una…-

-Mia…- miraba la gatita sin entender nada.

-Gracias y disculpe...- dijo Way volviendo a su hogar.

--


Este lugar es hermoso Grimmauld...- dijo emocionada la joven de cabellos oscuros.

-Sí, es realmente precioso...- dijo mientras tomaba la mano de la más chica.

Grimmauld la mayor de 28 años y Deidad que dentro de poco cumpliría los 20, caminaban alrededor de las calles de Londres. Como es de esperarse, la menor aun más animada ya que era su primera visita fuera de su país natal, Francia.



 --



-No por favor…- gritaba una niña de apenas 15 años.

-Tu padre es un idiota…-

-Los asuntos de mi padre arréglenlos con el…- gritaba llorando con desesperación.

-No chiquita, ese hijo de puta sabía perfectamente que necesitábamos el dinero…ahora de dónde demonios voy a sacar dinero para pagar mis deudas…-

-Tú mismo lo has dicho son tuyas, solo tuyas nadie más debe pagar por algo que es tu problema…-

-Eres igual  que ese idiota, maldita perra….- dice un sujeto, de cabello negro y  piel trigueña, apuntándole un arma sobre la cabeza de la joven la cual estaba arrinconada en un callejón oscuro en los alrededores de jersey  un día primero de noviembre, un día después del fallecimiento de Elena, un día después del accidente que casi mata a Frankie con tan solo 3 añitos de vida.

-Adiós pendeja…-

-Hay, espera- dice otro hombre de estatura un poco más corta y de piel un poco más pálida- hay que divertirnos un poco con la chica, no crees...- dice mostrando una sonrisa malévola.

Una rosa cae sobre los pies de la joven que asustada se encuentra sobre el suelo sentada, rogando por una salvación.

Los tres personajes miran hacia arriba, una sombra los está observando. La luna le deja ver  su pálida piel, sus cabellos negro, esta silueta desciende desde los cielos oscuros de la noche estrellada, como un ángel negro, como un dios de la oscuridad mostrando su más atractiva sonrisa, brindándole  un toque siniestro.

-Sus ojos…- susurra la joven que está dormida, sumergida en sus recuerdos y apunto de despertar- se acerca…- dentro de sus recuerdos, siempre despierta en la misma parte en la cual este ser desconocido para ella, se tira del edificio, mientras sus miradas chocan entre sí, ambas miradas demuestran un dolor profundo, un rencor inolvidable…los ojos profundos de Moonrose provocan un efecto hipnotizador sobre la joven que se encuentra aterrorizada viendo descender a este ser- quien es…- grita despertando la joven en su habitación….

No hay comentarios:

Publicar un comentario