sábado, 4 de octubre de 2014

MOONROSE CP-25



capitulo 25: gritos en la tormenta


Las manos de Frank se aferraban al cuello del mayor, mientras que este último se encargaba de recorrer cada centímetro de su cuerpo, las caricias fueron en ascenso, junto a la intensidad de los besos, esa mecha que en algún momento de nuestra historia parecía extinguirse renació como un fénix, con más fuerza y más brillo, liberando fuego entre los dos personajes.

Sus piernas estaban intercaladas, la derecha de Gerard rozaba en la bañera, al medio se encontraba la izquierda de Frank, al lado de esta la izquierda de Way y a su vez la derecha de Frank

Sus lenguas se juntaban se amigaban se volvían a conocer, borrando el sabor de labios ajenos que pasaron sobre sus bocas.

El agua aún seguía cayendo, las puertas estaban abiertas el viento de una tormenta oscureció lo que parecía un amanecer de sol,   los relámpagos terminaron por dejar sin energía eléctrica en toda la cuidad
Ese sonido aterrador y grave de los truenos estrellándose contra el pavimento de las calles, provocaba un eco profundo en toda la cuidad haciéndola estremecer.

El viento se llevaba por delante todo por delante parecía un huracán azotando al país, los pétalos destruidos y dispersos llegaron hasta el oscuro baño, volaban sobre las cabezas de ellos, los cuales estaban más concentrados en sus besos, en sus caricias.

Todo indicaba que el amor entre ellos había vuelto a tener sus consistencia, que una vez más estos dos enamorados se entregarían amor, que Frank volvería a confiar en Gerard que  los vaivén de Gerard harían estremecer el cuerpecito de Frank, pero esta vez algo no fue así.

Pero….¿estás seguro?- dice el pequeño.

-Más que seguro, confió en ti - dice el mayor volviendo a besar sus labios

-Pero yo nunca eh….-

-Precisamente por eso, fui el primero en esto…- dijo tocando las caderas del menor- y quiero también ser el primero en esto- dijo tocando el miembro del menor.

Gerard besa sus labios, lentamente se acomoda para facilitar la entrada del miembro de Frank en su interior.

Lentamente Frank empieza a ingresar en él, él fue muy lento muy despacio muy cuidadoso sabia a la perfección el dolor que producía el que alguien te penetre por primera vez, muy cuidadoso.

-¿Estás bien?-

-Si..- dijo satisfecho Way.

Frank continúo con  su labor

-¿Seguro?-

-Si mi amor-

Cada centímetro que ingresaba en Gerard el pequeño Iero le volvía a preguntar.

-Si quieres me detengo-

-No- Gerard deslizo sus manos hasta llegar a los glúteos del menor, a pesar del manto oscuro del tormentoso amanecer, Gerard se dio cuenta de que Frank se sonrojo al máximo- no te preocupes por mí, no hace falta que te reprimas tanto – dice Gerard besando su cuello.

-Pero no te quiero lastimar…-

-Nunca lo harías- sin que Frank se diera cuenta Gerard lo tomo y rápida pero intensamente el miembro del menor entro en Way.

Este solo libero un gemido, de mezcla de dolor y satisfacción, mientras que el menor solo susurro un…

-Gee….- casi en silencio, despacio y un tanto orgásmico.

Se detuvieron unos instante solo sus respirar se escuchaba, hasta que las gotas de lluvia empezaron a caer sobre la cuidad, los rayos empezaron a atacar a la tierra y las lentas envestidas dieron el inicio al vaivén dominado por Frank.

Él estaba nervioso, no sabía cómo exactamente hacerlo, tantas veces que Gerard lo hizo con el sirvieron para darle una idea.

Lentamente los gemidos de Gerard empezaron a dominar el cuerpo de Frank, aumentando considerablemente sus envestidas, no sabía cómo o porque los gemidos de Gerard eran como la música que emerge de aquellas flautas que encantan y maravillan a las serpientes para que dancen con su dulce melodía.
Exactamente ese mismo efecto producía la voz de Gerard en él, no hacía falta que Gerard pidiera más Frank lo llenaba por completo, le daba la dosis justa que él quería.

Por su parte Way le daba gracias a la tormenta por haber provocado ese corte de energía en la cuidad, de otra manera Frank al ver la sangre que emergía desde los adentro de él se hubiese detenido al instante, la sensibilidad de Frank era demasiada, era muy probable que hasta traumado hubiese quedado.

Mas sin embargo ese lado masoquista que conocemos de “Moonrose” hacia vibrar el cuerpo de Way con una satisfacción indiscutible e indescriptible.

El agua seguía su curso mojando no solamente el baño, sino además parte de la cocina y el living.

-Gee….Gee…….- gemía el menor.

-Ahh…ahhh Frank hahh así  ahhh Frank….- le decía Way a Iero.

-Gee…- grito el menor, Gerard en sus adentro sintió un líquido cálido adentrándose como disparos en su interior.

Cayo rendido sobre su cuerpo, su respiración era inconstante, estaba prácticamente inconsciente.

Gerard acomodo la espalda de Frank contra su pecho, coloco sus manos sobre su pecho, sintiendo su corazón que parecía que se le saldría de tan fuerte que golpeaba su pecho espero a que se tranquilizara que se estabilizara, espero y espero hasta que por fin su ritmo cobro precisión
Sus manos acariciaban su torso empezó a descender sus manos hasta llegar al miembro del menor, el cual parecía que no volvería a “despertar” en mil años más.

Pero, Way tenía la fórmula perfecta para volver a despertar esos instintos que en cierta parte “avergonzaban” al pequeño y prejuicioso Frankie.

Lo tocaba con delicadeza pero a la vez con intensidad, le daba la dosis justa de fricción entre sus manos y  su miembro acariciaba sus testículos de manera correcta y precisa.

-No, creo que funcione me dejaste totalmente sin energía Gee…-

-¿Quieres apostar?-

-Jajaja vas a perder, conozco mi cuerpo, por algo es mío-

-Yo también lo conozco no es mío, pero vos si lo eres-
Sin que Frank se diese cuenta, lentamente algunos pequeños gemidos se escapaban de su boca, su miembro volvió a reaccionar.

Abrió los ojos de golpe se dio cuenta que se había excitado, esa sensación de presión que ejercían sus testículos, esa rigidez que había tomado su miembro lo había dejado completamente desorientado.

-Pero que…como….-

-Te lo dije chiquito….- dijo deteniéndose

-Gee….- se quejo

-¿Qué?- pregunto asiéndose el desentendido.

-No te hagas…- dijo volteándose quedando enfrentado.

-¿Qué? no te entiendo jajaja- río el mayor

-Hoo…. Vos lo haces y me dejas así…-.

-Como ¿así?-

-Ósea así…- se notaban en su vos que estaba más que avergonzado el menor.

La luz de un rayo ilumino su rostro totalmente rojo y no exactamente de sangre exteriormente sí que no que está escena había provocado que la sangre se le subiera a la cabeza, estaba avergonzado.

-Mira…- dijo Way sonriéndole y volteando su cabeza asía las paredes
Las sobras de sus cuerpos desnudos se reflejaban en las paredes gracias a la luz del acontecimiento natural.

Las siluetas perfectamente marcadas de ambos, todos sus perfiles, la forma de sus espaldas torsos y sus partes más bajas como la pelvis sus miembros, sus piernas sus pieles rozando.

Anthony, como me gusta llamar este personaje adorable, no pudo evitar sonrojarse aún más al ver su sombra.

-Ven aquí…- dijo apegándolo a un más el mayor, las manos de Frank reposaban en el pecho del otro, mientras sus piernas rodeaban las del mayor, quedando sentado sobre su compañero. Las manos de Gerard rodearon la cintura de Frank, este solo sonreía a pesar que el rojizo de su cara no se iba, lentamente se desencadeno un vaivén.

Eran suaves e intensos solo en los sabía hacer, era un calor asfixiante lo que inundaba a Frank pero aun así le gustaba.

Mientras el agua no dejaba de Salir, la temperatura aumentaba a medida que el ritmo de Way alcanzaba su máxima velocidad, la figura de Frank rebotaba contra su cuerpo una y otra vez cada vez más y más rápido,  el menor cambio sus  pequeños gemiditos avergonzaditos por gritos de intensidad, gritaba el nombre de su compañero mientras clavaba sus uñas en la espalda de Gerard, se ahogaba en su propio placer, cuando creía que  ya llegaba Gerard se precipitaba asiendo que el orgasmo dure minutos incesantes e interminables.

Frankie babeaba moría y a la ves volvía a nacer, el momento parecía mágico sentía como su ser se estremecía y se relajaba como cada músculo se des tensionaba, como todo su interior fluía dejando toda su carga entre el agua que seguía recorriendo ya el departamento.

Mientras los amantes terminaban con gritos de pasión, nuestra ya no tan pequeña Pansy tomaba a cada una de sus crías y las subía sobre la mesada de la cocina para que el agua no atrape a los pequeñitos, que a duras penas podían mantenerse en pie.

Sus cuerpos mojados por el agua permanecían unidos, mientras la tormenta mostraba su furia a la cuidad, notaron todo el desastre, y después de que sus gritos dejaran de hacer eco en el baño lograron escuchar lo maullidos de los pequeñines.

-Te amo…¡¡¡Panay!!!!- grito Frankie saliendo de un salto de la bañera.

-¡Mierda!- dijo Gerard mientras tomaba una toalla cerca.

-Auch..- dijo el menor al pararse tenía torcido el tobillo.

-¿Estás bien…?-


-Si creo, no te preocupes ya todo paso…- dijo mientras les sonreía, lo tomo entre sus brazos lo cargo hasta llegar  al cocina, y lo sentó junto a los 3 pequeñitos que estaban algo hambrientos, con un poco de frío y demostrando sus quejas a través de maulliditos.

3 comentarios:

  1. Es una gran banda, con musica muy buena, gran blog :D

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  2. Excelente libro, me encantan sus escenas de acción y erotismo, es un gran capitulo.

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