sábado, 4 de octubre de 2014

MOONROSE CP-26


Capitulo 26: Mientras Cesa La Tormenta



-Miau…- ataca la gata a Gerard, el cual solo quiere sostener a uno de los pequeñines que no paran de quejarse.

-Que mierda…- dice dejándolo sobre el piso levemente, mientras las uñas de Pansy desgarran su mano.

-¿Estas bien?- pregunta preocupado el menor.

-Sí, pero no se qué le pasa a Pansy, está muy extraña –

-No te preocupes, por lo general las hembras cuando tienen a sus cachorros se ponen muy a la defensiva no deja que nadie los toque, por ejemplo: Los hámster cuando tomas a una de las crías recién nacidas, después la madre los desconoce, porque uno sin querer dejamos nuestro olor, se impregna en ellos, y la mama se los come y se los da como alimento a sus demás crías…- dice sonriente el menor, mientras patalea sus piernas que se encuentran suspendidas en el aire.

-Oh, valla, se ve que sabes mucho sobre los animales...-

-No, cuando yo era chico tenía un hámster, mi papa a propósito tomo todas las crías, y después cuando las fui a ver note como la madre se las tragaba a todas las crías-

-Tu padre era un hijo de puta-

-No lo era, lo sigue siendo. Recuerda que se está pudriendo todavía en la cárcel-

-Tienes razón, vos ve tomando a los gatitos, mientras yo sujeto a Pansy, ella está muy cansada y no dejara que le ayudemos con las crías…-

-Pero te va a lastimar…-

-¿Y?-  se acercó a ella, totalmente arisca empezó a tratar de rasguñarlo hasta que el la tomo por el cogote, la alzo, ella trataba de zafarse.

Frank rápidamente tomo a cada cría y las coloco sobre la mesada, después de eso Gee la soltó y ella de inmediato solo le mostró los dientes, mientras su mirada frívola se posaba sobre Gee, no le dio mucha importancia ya que de inmediato la felina fue donde sus crías, verificando que todas estuvieran bien.

-¿No son lindos, Gee?- pregunto curioso Frank, el cual ahora se encontraba sobre la silla.

-Sí, pero tienes que comparar más cosas, nuevas casitas para que duerman las crías, nuevos platos de comida. Pero bueno, primero lo primero, ¿vos estas bien?- le pregunto.

-Yo sí, ¿por?-

-Tu tobillo, no lo podes asentar bien-

-Una simple torcedura.

-Bueno, espérame acá sentado…- dijo y se fue a su habitación todo estaba dado vuelta.

Tomo lo primordial, una sábana para Frankie, el cual aún estaba algo húmedo.

-Toma…- dijo abrigándolo.

-¿No hace tanto frío?-


MOONROSE CP-25



capitulo 25: gritos en la tormenta


Las manos de Frank se aferraban al cuello del mayor, mientras que este último se encargaba de recorrer cada centímetro de su cuerpo, las caricias fueron en ascenso, junto a la intensidad de los besos, esa mecha que en algún momento de nuestra historia parecía extinguirse renació como un fénix, con más fuerza y más brillo, liberando fuego entre los dos personajes.

Sus piernas estaban intercaladas, la derecha de Gerard rozaba en la bañera, al medio se encontraba la izquierda de Frank, al lado de esta la izquierda de Way y a su vez la derecha de Frank

Sus lenguas se juntaban se amigaban se volvían a conocer, borrando el sabor de labios ajenos que pasaron sobre sus bocas.

El agua aún seguía cayendo, las puertas estaban abiertas el viento de una tormenta oscureció lo que parecía un amanecer de sol,   los relámpagos terminaron por dejar sin energía eléctrica en toda la cuidad
Ese sonido aterrador y grave de los truenos estrellándose contra el pavimento de las calles, provocaba un eco profundo en toda la cuidad haciéndola estremecer.

El viento se llevaba por delante todo por delante parecía un huracán azotando al país, los pétalos destruidos y dispersos llegaron hasta el oscuro baño, volaban sobre las cabezas de ellos, los cuales estaban más concentrados en sus besos, en sus caricias.

Todo indicaba que el amor entre ellos había vuelto a tener sus consistencia, que una vez más estos dos enamorados se entregarían amor, que Frank volvería a confiar en Gerard que  los vaivén de Gerard harían estremecer el cuerpecito de Frank, pero esta vez algo no fue así.

Pero….¿estás seguro?- dice el pequeño.

-Más que seguro, confió en ti - dice el mayor volviendo a besar sus labios

-Pero yo nunca eh….-

-Precisamente por eso, fui el primero en esto…- dijo tocando las caderas del menor- y quiero también ser el primero en esto- dijo tocando el miembro del menor.

Gerard besa sus labios, lentamente se acomoda para facilitar la entrada del miembro de Frank en su interior.

Lentamente Frank empieza a ingresar en él, él fue muy lento muy despacio muy cuidadoso sabia a la perfección el dolor que producía el que alguien te penetre por primera vez, muy cuidadoso.

-¿Estás bien?-

-Si..- dijo satisfecho Way.

Frank continúo con  su labor

-¿Seguro?-

-Si mi amor-

Cada centímetro que ingresaba en Gerard el pequeño Iero le volvía a preguntar.

-Si quieres me detengo-

-No- Gerard deslizo sus manos hasta llegar a los glúteos del menor, a pesar del manto oscuro del tormentoso amanecer, Gerard se dio cuenta de que Frank se sonrojo al máximo- no te preocupes por mí, no hace falta que te reprimas tanto – dice Gerard besando su cuello.

-Pero no te quiero lastimar…-

-Nunca lo harías- sin que Frank se diera cuenta Gerard lo tomo y rápida pero intensamente el miembro del menor entro en Way.

Este solo libero un gemido, de mezcla de dolor y satisfacción, mientras que el menor solo susurro un…

-Gee….- casi en silencio, despacio y un tanto orgásmico.

Se detuvieron unos instante solo sus respirar se escuchaba, hasta que las gotas de lluvia empezaron a caer sobre la cuidad, los rayos empezaron a atacar a la tierra y las lentas envestidas dieron el inicio al vaivén dominado por Frank.

Él estaba nervioso, no sabía cómo exactamente hacerlo, tantas veces que Gerard lo hizo con el sirvieron para darle una idea.

Lentamente los gemidos de Gerard empezaron a dominar el cuerpo de Frank, aumentando considerablemente sus envestidas, no sabía cómo o porque los gemidos de Gerard eran como la música que emerge de aquellas flautas que encantan y maravillan a las serpientes para que dancen con su dulce melodía.
Exactamente ese mismo efecto producía la voz de Gerard en él, no hacía falta que Gerard pidiera más Frank lo llenaba por completo, le daba la dosis justa que él quería.

Por su parte Way le daba gracias a la tormenta por haber provocado ese corte de energía en la cuidad, de otra manera Frank al ver la sangre que emergía desde los adentro de él se hubiese detenido al instante, la sensibilidad de Frank era demasiada, era muy probable que hasta traumado hubiese quedado.

Mas sin embargo ese lado masoquista que conocemos de “Moonrose” hacia vibrar el cuerpo de Way con una satisfacción indiscutible e indescriptible.

El agua seguía su curso mojando no solamente el baño, sino además parte de la cocina y el living.

-Gee….Gee…….- gemía el menor.

-Ahh…ahhh Frank hahh así  ahhh Frank….- le decía Way a Iero.

-Gee…- grito el menor, Gerard en sus adentro sintió un líquido cálido adentrándose como disparos en su interior.

Cayo rendido sobre su cuerpo, su respiración era inconstante, estaba prácticamente inconsciente.

Gerard acomodo la espalda de Frank contra su pecho, coloco sus manos sobre su pecho, sintiendo su corazón que parecía que se le saldría de tan fuerte que golpeaba su pecho espero a que se tranquilizara que se estabilizara, espero y espero hasta que por fin su ritmo cobro precisión
Sus manos acariciaban su torso empezó a descender sus manos hasta llegar al miembro del menor, el cual parecía que no volvería a “despertar” en mil años más.

Pero, Way tenía la fórmula perfecta para volver a despertar esos instintos que en cierta parte “avergonzaban” al pequeño y prejuicioso Frankie.

Lo tocaba con delicadeza pero a la vez con intensidad, le daba la dosis justa de fricción entre sus manos y  su miembro acariciaba sus testículos de manera correcta y precisa.

-No, creo que funcione me dejaste totalmente sin energía Gee…-

-¿Quieres apostar?-

-Jajaja vas a perder, conozco mi cuerpo, por algo es mío-

-Yo también lo conozco no es mío, pero vos si lo eres-
Sin que Frank se diese cuenta, lentamente algunos pequeños gemidos se escapaban de su boca, su miembro volvió a reaccionar.

Abrió los ojos de golpe se dio cuenta que se había excitado, esa sensación de presión que ejercían sus testículos, esa rigidez que había tomado su miembro lo había dejado completamente desorientado.

-Pero que…como….-

-Te lo dije chiquito….- dijo deteniéndose

-Gee….- se quejo

-¿Qué?- pregunto asiéndose el desentendido.

-No te hagas…- dijo volteándose quedando enfrentado.

-¿Qué? no te entiendo jajaja- río el mayor

-Hoo…. Vos lo haces y me dejas así…-.

-Como ¿así?-

-Ósea así…- se notaban en su vos que estaba más que avergonzado el menor.

La luz de un rayo ilumino su rostro totalmente rojo y no exactamente de sangre exteriormente sí que no que está escena había provocado que la sangre se le subiera a la cabeza, estaba avergonzado.

-Mira…- dijo Way sonriéndole y volteando su cabeza asía las paredes
Las sobras de sus cuerpos desnudos se reflejaban en las paredes gracias a la luz del acontecimiento natural.

Las siluetas perfectamente marcadas de ambos, todos sus perfiles, la forma de sus espaldas torsos y sus partes más bajas como la pelvis sus miembros, sus piernas sus pieles rozando.

Anthony, como me gusta llamar este personaje adorable, no pudo evitar sonrojarse aún más al ver su sombra.

-Ven aquí…- dijo apegándolo a un más el mayor, las manos de Frank reposaban en el pecho del otro, mientras sus piernas rodeaban las del mayor, quedando sentado sobre su compañero. Las manos de Gerard rodearon la cintura de Frank, este solo sonreía a pesar que el rojizo de su cara no se iba, lentamente se desencadeno un vaivén.

Eran suaves e intensos solo en los sabía hacer, era un calor asfixiante lo que inundaba a Frank pero aun así le gustaba.

Mientras el agua no dejaba de Salir, la temperatura aumentaba a medida que el ritmo de Way alcanzaba su máxima velocidad, la figura de Frank rebotaba contra su cuerpo una y otra vez cada vez más y más rápido,  el menor cambio sus  pequeños gemiditos avergonzaditos por gritos de intensidad, gritaba el nombre de su compañero mientras clavaba sus uñas en la espalda de Gerard, se ahogaba en su propio placer, cuando creía que  ya llegaba Gerard se precipitaba asiendo que el orgasmo dure minutos incesantes e interminables.

Frankie babeaba moría y a la ves volvía a nacer, el momento parecía mágico sentía como su ser se estremecía y se relajaba como cada músculo se des tensionaba, como todo su interior fluía dejando toda su carga entre el agua que seguía recorriendo ya el departamento.

Mientras los amantes terminaban con gritos de pasión, nuestra ya no tan pequeña Pansy tomaba a cada una de sus crías y las subía sobre la mesada de la cocina para que el agua no atrape a los pequeñitos, que a duras penas podían mantenerse en pie.

Sus cuerpos mojados por el agua permanecían unidos, mientras la tormenta mostraba su furia a la cuidad, notaron todo el desastre, y después de que sus gritos dejaran de hacer eco en el baño lograron escuchar lo maullidos de los pequeñines.

-Te amo…¡¡¡Panay!!!!- grito Frankie saliendo de un salto de la bañera.

-¡Mierda!- dijo Gerard mientras tomaba una toalla cerca.

-Auch..- dijo el menor al pararse tenía torcido el tobillo.

-¿Estás bien…?-


-Si creo, no te preocupes ya todo paso…- dijo mientras les sonreía, lo tomo entre sus brazos lo cargo hasta llegar  al cocina, y lo sentó junto a los 3 pequeñitos que estaban algo hambrientos, con un poco de frío y demostrando sus quejas a través de maulliditos.

MOONROSE CP-24



capitulo 24: Corazones


Después de unos minutos de escuchar los sollozos del menor,  reacciono tomo el rostro de Frank.

-Frankie, amor, mírame..- dice mientras trataba de calmarlo, incluso el mismo estaba nervioso pero trataba de controlarse no quería asustarlo más de lo que ya estaba.

-Gee perdón…- dijo un poco más calmado.

-No yo no te tengo nada que perdonar, escúchame Frankie perdóname tu a mí, no debí hacerte  todo lo que te hice pero en estos momentos necesito que me digas quien fue esa persona dime como era…- sus ojos volvieron a derramar aguas, como cascada en un río.

-No mi amor ya no llore…dime como…- era inteligente no paso muchos minutos hasta que callo con la sorpresa de quien era.

Su odio incremento a un límite que nunca él pensó llegar, recordando así al momento en que conoció a Billie.

Recordó aquella tarde en el café que queda a una cuadra de su trabajo, estaba desorientado ido de lugar, irreconocible por sus compañeros de trabajo, por primera vez Gerard Way estaba en la “luna”,
No podía creer todo lo que había pasado, la noche anterior, como su vida se destruyó, dejo el trabajo alrededor de las 9 de la mañana, quiso llorar pero no pudo, se sentía una basura le dolía mucho su corazón y no solo literalmente, pensaba y el dolor se profundizaba, el entrego todo, lo dio todo y él lo traicionó, ese día las nubes se tornaron grisáceas y la lluvia incitaba a las lágrimas pero nada, por algunos momento pensó que estaba muerto, pero el dolor era tan profundo que lo golpeaba una y otra vez, lo plantaba y estrellaba contra la realidad, amo a una persona se la quitaron por 150 dólares, se entregó por completo a otra y esta se burló, él era y es todo para él, pero ¿qué pasa cuando del todo desaparece? Empiezas a caer en la demencia el odio envenena las heridas.

No supo como pero llego hasta aquel café, pidió lo de siempre, se sintió observado y evidentemente lo estaba siendo.

Aquellos ojos lo miraban con deseo y él lo sabía, espero dos horas no le dirigió la mirada hasta que finalmente esa señal tan deseada por aquel observador llego.



 Esa mirada típica de él, aquella mirada que desequilibra tus sentidos, que te atrae y des actualiza tu cerebro y pone en función los impulsos mandados por el corazón.

-Gerard Way- saludo con su mano.

-Billie Joe Armstrong – dijo nerviosamente

Y así fue como empezó todo.

¿Armstrong? Recordó en el presente Gerard mientras mantenía al pequeño refugiado entre sus brazos, escuchándolo llorar sin poder calmarlo, en ese entonces cuando conoció a, Billie, él estaba tan adolorido, tan envenenado por el odio no tomo en cuenta el apellido de aquel chico

 “Andy Armstrong (padre de Billie Joe Armstrong  de 10 años y esposo de Ollie de 35), fue asesinado de manera inhumana y brutal por un delincuente que aparentemente estaba tomando justicia por mano propia, su cuerpo fue encontrado junto a de su hermano Chard Armstrong. Ambos difuntos habían cometido un delito 24 horas antes acabaron con la vida de la viuda Elena Lee Rush  el 31 de octubre del corriente año”
Eso eran las palabras que estaban impregnadas en el diario de algunos años atrás.

¿Cómo no lo recordó?, ¿cómo no se fijó en aquel paréntesis?, ¿cómo no lo recordó?, tanto fue el dolor por aquella “traición” que logro superar el dolor que sintió al perder a su maestra.

La respiración de Frank lentamente volvía a la normalidad, coordinando con el cesar de su llanto, la mano de Way acariciaba lentamente su espalda adolorida mientras entonaba una melodía de cuna para calmar su dolor, sus ojos estaban cristalizados, se sintió la peor basura al saber la verdad, por primera se sintió vulnerable ante tanto dolor, arrepentido, pero a la vez en su corazón dos sentimientos más grande poseían su cuerpo entero.

El más importe, el amor, que limpiaba toda la amargura llenándolo de dicha y de miedo a perder a ese ser, miedo, eso era algo que él no sentía desde hace mucho tiempo.

Y el otro, era el odio rencor desprecio asía una persona totalmente diferente a Frank, pero que al igual que el cayo en el encanto de Way.

Coloco una de sus manos debajo de las rodillas de Iero, y la otra sobre su espalda actuando en efecto soporte, lo cargo hasta al baño se metió junto a él dentro de la bañera vacía,  vio como sus manos estaban ensangrentadas al igual que el cuerpo de Frank y sus ropas, una simple camisa actualmente bordo, las ropas oscuras de Way también tenían salpicaduras de sangre
Con un poco de ayuda de sus pies logro sacarse las zapatillas, las tiro fuera de la bañera, tenía el cuerpo del más chico sobre él, Frankie se aferraba al cuello de Way, estaba despierto pero parecía dormido sus ojos estaban hinchados, su cuerpo algo adormecido, su respiración impactaba en el cuello de Gee, dio un pequeño salto al sentir el agua caer sobre su cuerpo, minutos después las manos d Way lo despojaron de su única prenda, al principio sintió algo de temor después se fue relajando se dio cuenta de que no había nada que temer.

-Frank….-dijo bajito Way -¿perdóname si?- dijo casi como una súplica.

-Yo… No…yo no tengo nada que perdonarte Gee…- se separó lentamente del cuello de Gerard para concentraras en su rostro  - sabes bien cuál es mi situación, si me altere y te dije que ya me había hartado de ti fue en realidad porque tenía miedo de que vos estuvieras mal, me dijiste que solo descansarías cuando yo muriera y eso quería que acabaras conmigo para que tu corazón sane, se por lo que pasaste y créeme que me duele mucho que tu corazoncito este mal, por qué eres una muy muy hermosa persona y te amo con todo mi corazón y si hacía falta que el mío se destruyese para que el tuyo sanase te lo entregaría ahora mismo si es necesario Gee….-.

Profundas y muy significativas palabras salieron de la boca del menor.

-Soy tuyo y mi vida está a tu disposición Gerard y lo sabes perfectamente te perdonaría una y mil veces más, soportaría por ti un montón de cosas más, sé que esto podría ser un amor enfermo, pero es la verdad el amor no es algo que afecte solamente al corazón sino también a la mente, la bloquea y se pierde la cabeza, se pierde el poder de regir sobre tu cuerpo. Te amo tanto…- dijo abrasándolo con fuerza.

-¿Qué me has hecho Iero?, ¿Cómo lo has hecho…?- preguntaba abrasándolo también

-Sos mi todo, yo no creo poder expresarme como lo has hecho tu pero…. créeme que aunque odie admitirlo…. me tienes totalmente rendido a tus pies Frank….- dijo uniendo sus labios con los del menor.

Las manos de Frank sostuvieron el cinturón de Gerard, sobre la bañera resbalaba el agua y junto a ella las prendas de Gerard