Capitulo 6: ¿Moonrose?
De por instinto dedujo que las dos primera letras
significarían su nombre Frank Iero, pero ¿G.W? el nombre de Moonrose el
verdadero nombre el….
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-Miau…- la gatita lamía la sangre de Gerard que goteaba en el suelo.
El sol impacta en su rostro, se para cerrando las cortinas.
-Maldito sol…- su torso pálido y perfecto queda al descubierto… -Buen día Pansy….-
cerrando la cortina con ambas mano…- ¡¡auch!! maldita
mano, maldito Iero, maldito corazón, maldito amor… maldita obsesión…- el día lo
empezó maldiciendo al sentir el dolor en su mano, recordó todo lo sucedido la
noche de luna.
Terminando sus quehaceres hogareños partió hacia un doctor, inventando la excusa perfecta ante cualquier sospecha, “un ladrón me asalto” esa fue su gran mentira.
El doctor se dedicó a curar las apuñalas de su mano, resistió todo el dolor de la desinfectación, de la sutura sin ningún tipo de queja.
-Bien señor Way, se puede retirar no olvide tomar estas pastillas para la infección, que tenga una buena jornada…-
-Igualmente…- se retiró, llego a casa sano y salvo. Prendió la televisión mientras le servía el desayuno a Pansy.
-Moonrose volvió a atacar, esta vez no tuvo ningún tipo de piedad con una anciana de 87 años de edad dejando sin vida a tres jóvenes de entre 19 y 24 años de edad, la policía ya ha capturado a un supuesto sospechoso el cual se encuentra en la comisaría número 69, su identidad permanece reservada…..-
Sin pensarlo dos veces, salió de su casa sin duda era a Iero a quien habían capturado.
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Y en efecto era al pobre e inocente Frank Iero a quien los policías habían capturado por sorpresa, lo capturaron mientras volva a su casa, para su mala suerte entre sus pertenencias esta aquella rosa blanca, que hasta ahora no habían notado el “mensaje”.
-Déjenme soy inocente lo juro, por favor enserio soy inocente…- gritaba a todo pulmón, estaba tras las rejas, en un asqueroso lugar sus compañeros de celda ya le estaban adivinando el futuro si es que permanecía hasta la próxima noche.
-Cállate nena…- dice uno de ellos que tiene una particular cicatriz que atraviesa todo su rostro.
-Pero soy inocente…- resignado cae sobre en suelo sujetando sus rodillas de manera fetal.
-Si, si todos dicen lo miso…- dice un pelirrojo.
-Pero enserio yo no mate a ninguna de esas personas, lo juro…- explica.
-¿A si? ¿Y qué es lo que supuestamente mataste?-
-Me acusan de ser Moonrose…- por alguna razón sin darse cuenta sus mejillas están teñidas de un color rosa.
-Entonces ¿vos sos Moonrose?- dice el pelirrojo con cierto pavor en su rostro.
-No, no, no, no lo soy pero me acusan de serlo, y eso es mentira…-
-¡¡Iero!! tienes derecho a realizar una llamada, mañana a primera hora se te condenara deberás buscar un abogado si no puede conseguirlo la corte te cederá uno…- un guardia cárcel informa, Frank no puede creer que esto le esté pasando a él, no tienen a nadie a quien llamar, más que a su padre sabe bien que en lugar de ayudarlo es capaz de darle un paliza en plena corte….
-Oye niño y…¿vos de verdad sos Moonrose?- pregunta uno de ellos intrigado.
-No, ya les dije que no lo soy, dios porque me pasa esto a mi…- se siente frustrado por la situación y como no estarlo…
-Entonces sos inocente ¿ehh?… pobrecito ¿no quieres que te demos una manito?…- dice el pelirrojo acercándosele peligrosamente.
-Genial… acaso algo peor me podría pasar…- Iero tenía mucha inocencia en bruto pero no era nada tonto, conocía muy bien las intenciones de sus compañeros de celda.
-Iero tienes visita…- le volvieron a informar vista de ¿¿quién?? Se cuestionaba.
Lo llevaron hasta una sala blanca con una mesa y dos sillas, en una de ella se encontraba alguien de espaldas y sobre la mesa unos papeles.
-Toma asiento…- ordeno esta persona desconocida, aunque para Iero sus registros de vos le eran sumamente familiares.
Obedeció sin ningún tipo de objeción, en los papeles esta su nombre, y más abajo e de su abogado, su boca se abrió ligeramente y su rostro se tornó lleno de asombro al ver el nombre de quien lo defendería en la corte de justicia.
.Gerard Arthur Way Lee…- dijo sorprendido.
.Ese es mi nombre Iero…- se dio vuelta, para encontrarse con la misma persona que le dio de comer aquella ves, con la misma persona que estuvo a punto de robarle la vida.
-Tu... Por tu culpa estoy acá… - inmediatamente ataco con palabras…- ¿quién eres..?.-
-Por ahora tu abogado, más adelante quien sabe…-
contesto de lo más lúcido.
-¿Mi abogado? Pero aun no le he dicho a la corte que no tengo uno…-
-Te equivocas, para la corta vos me contrataste particularmente…-
-¿Qué? yo no tengo dinero para pagarte….-
-Eso lo sé perfectamente…-
-Yo no tengo como pagarte…-
-Jaja, niño ingenuo…mejor empecemos a hablar de tu caso…-
-Es decir tu caso, todo el mundo cree que yo soy vos…-
-No sé de que me estás hablando…- tratando de sonar desentendido y con arrogancia se atreve a contestar.
-Sí que lo sabes….- el tono desafiante se maraca en
Iero, tomando una posición de ataque coloca sus manos sobre la mesa acercándose
a Gerard, su rostro muestra coraje.
-Siéntate…- logro dominarlo tan solo con la mirada.
Dejaron de lado lo personal, Gerard explico todo el procedimiento que harían Frank algo confundido y desentendido trataba de tener una idea general.
-¿Estás de acuerdo?-
-Sí, ¿pero qué hago si me preguntan si conozco a Moonrose?...no podré mentir…-
-No te preguntaran acerca de eso, ¿tu solo relata todo y listo de acuerdo?
-Si…- dejando solo a su cliente Iero, Way desapareció de la habitación y a los pocos minutos llegaron dos guardias.
-Iero… acompáñenos…- se lo llevaron, a través de unos pasillos desconocidos para inocente culpable.
Lo adentraron en una habitación, en ella estaba su abogado y otros dos oficiales.
Una maquina extraña estaba sobre la mesa.
-Te aremos unas pruebas….- dijo un señor algo barbudo de traje azul marino.
Le conectaron unos cables en sus manos y en su cabeza.
El solo miraba algo aterrado a su abogado, el cual tenía una pequeña sonrisa dibujada de victoria.
-Bueno empecemos…- dijo un señor calvo de traje gris.
Empezó un cuestionario interminable para Iero.
-Nombre completo-
-Frank Anthony Thomas Iero Pricolo-
-Edad-
-17-
-¿Que hacías, en el cementerio?-
-Estaba acompañando a una anciana a visitar la tumba de su esposo-
-¿Porque la mataste?-
-No la mate-
-¿Quién lo hizo?-
-Moonrose-
-Eres Moonrose?-
-No-
-¿Si no eres Moonrose, entonces por que estas vivo?-
-El me ataco, y me desmaye y cuando desperté, me encontré rodeado de cadáveres me asuste y Salí corriendo- explico.
-¿Y cómo explicas esto..?.- le mostró la rosa que el atacante le había entregado.
-El me la dejo-
-¿Cómo sabes que fue él?-
-¿Por lógica? No creo que alguien más me la haya dejado-
-Conoces a Moonrose?-
Los ojos de Frank se perdieron en la mirada de Gerard, el cual este último solo movió la boca como diciendo un NO.
-No…- sus labios imitaron sus movimientos, estaba totalmente hipnotizado en el, en sus ojos.
-La máquina dio como resultado que todas las respuestas fueron verdaderas.
-Yo creo que si mi cliente paso la prueba del polígrafo es correcto su libertad ¿o necesitan más pruebas?-argumento Gerard.
-No, con esto está bien…- dijo el señor calvo.
-De acuerdo entonces empecemos todo el papeleo…- Way junto a los dos señores de traje se paró simultáneamente...- quédate aquí, y regreso…- Iero simplemente obedeció.
Minutos incesantes y desesperantes para Frank, los guardias solo lo miraban de reojo.
Los minutos pasaron y Gerard volvió.
-Vamos Iero, estas en libertad y limpio…- alivio y salvación para Frank, todo se había arreglado aunque ahora que sucedería con su vida Frank sabe muy bien que g
Gerard es Moonrose el asesino que mata a las
personas solo por romper “su regla” que regla algo que todos desconocían, y que
inocentemente la rompían.
-Sus pertenecías…- se las entrego el oficial y entre estas la hermosa rosa obsequiada por él.
-Gracias… ambos salieron de la comisaría como de esperarse miles y miles de arrogantes y persistentes reporteros están a al asecho de la libertad del supuesto Moonrose o por lo menos del sospechoso.
Mareado entre tanta gente que lo rodeaba alguien lo tomo de la mano y lo adentro en un auto, era Gerard.
-¿Que sucederá conmigo de ahora en adelante?- pregunto mientras miraba a través de los vidrios polarizados.
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