Capitulo 5: Masacre en el Cementerio
-Nada, solo que… Debo eliminar testigos, el único
que hizo mal fue tu amigo el verde ese…- lo señala – hey, lindo arito…- dice
sujetando el aro que tiene en su nariz…-
-¿puedo verlo…?- dice tirándole y derramando sus
fosas nasales, su boca se abre al máximo dejando escapar gritos de dolor…
¡¡¡Aaahhh…...!!!- aprovechando la boca abierta de la víctima, empieza a desgarrar su boca, lengua, las encías, paladar jugando con el filoso cuchillo batiéndolo sin compasión.
Sangre es lo que derrama el de pelo violeta de su
boca y nariz.
En profundos intentos de defenderse usa sus manos, ¡¡¡ERROR!!!
Los diez dedos de las manos son destrozados, se arrodilla ante su atacante, no puede creer todo el dolor que está sufriendo, sus lágrimas bañan su rostro.
Dos balas ingresan en sus muslos, afectando gravemente sus piernas…
-Te prometo, que antes de que yo me valla ya habrás muerto…- Moonrose sujeta su rostro bañado en sangre y lágrimas….- y ahora…- mira hacia Frank, este solo lo mira asombrado por sus actos…- vos…- apunta al de la cresta verde.
-¡¡No me hagas daño por favor…perdóname la vida!!- une sus manos como rogando por su vida.
-No soy Dios para perdonarte, ahórrate las suplicas para Dios cuando te conde al infierno…- ignorando totalmente las suplicas y plegarias enciende su cigarrillo. -¿sabías que antes en la edad media, los que traicionaban a los señores feudales, se les condenaba a muerte y sabes cómo? No verdad, vos sos un perdedor ignorante que te crees el rebelde y que podes hacer lo que quieras, te metiste con alguien que no debías.-
-En fin, el caso es que a los condenados se le
insertaba por el agujero del trasero, llamado ano por si no lo sabias, una
especie de… ¿cómo decirlo? flecha gigante. Si, en la punta de un palo bien largo
ponían como una piedra en forma de rombo, el rombo es una figura geométrica
cuadrilátero para ser más exacto, esta figura es como parar a un cuadrado desde
una de las puntas de sus esquinas. Bueno, creo que me desvié un poco del tema
Jajaja- ríe sin ninguna compasión. –
bueno, se los penetraba hasta que la punta llegaba a su cráneo y ¡¡PUMM!! Se
morían Jajaja, ¿qué divertido no? …- sus víctimas temblaban con su relato,
llenos de pavor.
-No tiembles… yo no te hare eso, yo solo voy a clavar en tu trasero este cuchillito…-
sacó de sus prendas un cuchillos de esos grande que
usan los carniceros, se deshizo de sus pantalones, y ropa interior mientras que
la víctima inmóvil solo gritaba y tratada de defenderse, grave error se quedó
si manos ambas manos le fueron arrebatadas por Moonrose.
El cuchillo ingreso en la victima, lo enterró dentro de él hasta que el mango del cuchillo tocara sus nalgas, los gritos eran aterradores y desgarradores.
-¡¡¡¡¡¡¡¡Aaahhh!!!!!!!!!!!- las tumbas retumbaban con sus gritos aprovechando esta ocasión vació en su boca alcohol etílico, dejo su encendedor y junto a este su cigarrillo, dentro de la boca de la víctima se estaba produciendo un cóctel dinamita, tomo el labio inferior con el superior los unió a la fuerza y sellando su boca con su propio cinto de púas, en su cara las púas del cinto se incrustaban.
El cuchillo clavado en su trasero volvió a ser la estrella principal, en especial cuando empezó a darlo vuelta sin sacar ni un milímetro de su interior, la sangre se derramaban de a litros.
No paso mucho y en su boca el encendedor exploto, las llamas quemaban su garganta y boca.
-Bueno ya es hora de sacar a este travieso cuchillito…- lo saco de un solo golpe y segundos después de su trasero se derrabadas litros de esta sustancia rojiza, acompañada de lo que parecía órganos derruidos.
-Amigo mío, se podría decir que están vueltos mierda tus órganos. Te felicito, ya no te va a hacer falta un lavado de estómago, ahora solo disfruta mientras te desangras. No te preocupes, para cuando salga el sol ya estarás en el otro mundo…-
Se encamino hacia el chico que estaba polvorizado en el suelo; si, el de pelo fucsia.
-Vos solo sos un idiota, mira lo bueno que soy con
vos…- tomo su cabeza y en ella enterró un cuchillo similar al que había usado
con el de pelo verde, falleció al instante, el no grito ni lloro, solo cerro
sus ojos para no volver abrirlos nunca más.
Frank era el único intacto, a pesar de no haberlo reconocido, por alguna razón sintió confianza como si nada malo le fuera a pasar. Y por lo contrario, el mismo Frank solo quería morir, sabía muy bien que no tenía las agallas como para quitarse la vida, esta le pareció una excelente oportunidad como para acabar con su desdichada vida.
Se le acerco sin ningún temor. Gerard solo lo esperaba, mientras Frank no se detenía, se acercaba cada vez más y más hacia Gerard. Sabía muy bien que de seguir con su acción moriría, estaba caminando hacia el final. Sabía muy bien que Moonrose acabaría con su vida, no le importaba cuanto debía sufrir para ellos, solo quería dormir por una eternidad.
Entregando su cuerpo a la sombra de la muerte, frente a frente quedando así, sus ojos profundos hacen que se pierda, recordando así vagamente aquella situación en el parque, sin importarle si es un “vampiro”, “fantasma” o aquel humano; solo espera paciente el dolor profundo que lo encaminara a su descanso eterno.
Mientras que los músculos de Gerard no reaccionan, a pesar de que su cerebro le envía señales para que lo destruya, hay otro músculo en su cuerpo que le envía señales contrarias a la petición de su cerebro.
Nunca en su vida dejo con vida a alguien en las escenas de sus crimines, ya sean niños, ancianas, mujeres embarazadas; todo tipo de seres humanos desaparecía al momento de que sus cuchillos o balas, estallaban en el momento.
Lentamente pasa el filo de uno de sus tantos cuchillos a través del cuello de Frank, sin aplicar absolutamente nada de fuerza. El líquido rojo empieza a bañar el cuerpo de Frank, sin desesperarse solo abstienen a agradecerle por ello.
-Muchas gracias…- la sonrisa es algo que desde hace mucho tiempo sus labios no dibujaban, gotas de sangre teñían la vestimenta de Iero.
La herida no es lo suficientemente profunda como para matarlo, pero si lo es como para hacerle perder el conocimiento.
Al frente de los pies de Gerard se encontraba el cuerpo de Frank, sonriente como esperando la muerte con gran emoción.
Por otra parte, el controlador de la situación se encontraba sumamente enfadado consigo mismo, tratando de clavar la daga en el cuerpo de Frank una y otra vez algo sádico pues su propia mano se atravesaba antes de que el filoso objeto dañara el cuerpo de Iero, su mano ya tenía cerca de 5 apuñaladas profundas de las cuales su sangre emanaba.
A duras penas podía mover la mano herida, pero aun así está siempre se impondría entre Iero y la daga.
Resignado y furioso, abandona la escena, no sin antes dejar algo sobre el cuerpo de Iero una hermosa rosa blanca y en ella había un pequeño mensaje grabado con rastros de sangre para Frank.
Finalizando así su tarea, regresa decepcionado consigo mismo por no haber podido arrebatar la vida de Frank.
Llego a casa con suma prisa el dolor de la mano lo estaba matando.
-Miau…- así fue como lo recibió su gatita.
-Hola nena…- entro con velocidad al baño, dejando a través de su camino pequeñas gotas de sangre, la cual la gatita se encargaba de limpiar con sus lamidas.
Vendo su mano, se desnudó y se durmió hasta que el sol impactara su rostro…
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Mientras que por otro lado, el sol estaba saliendo iluminando el oscuro cementerio.
Frank abrió sus ojos con lamento, toco su cuello
con la esperanza de no encontrar su pulso, pero se equivocó. La sangre de su
cuello ya se había coagulado, “cerrando” el flujo de su sangre.
Alrededor de él solo yacían cuerpos sin vida, putrefactos y despedazados, noto el detalle del agresor. Se llevó consigo la rosa, aun no notaba el “mensaje”. Salió lo más rápido que pudo de ese lugar, se adentró en la iglesia….se sentó y rezo, pido disculpas por no haber podido ayudar a la vieja, dejando su conciencia “limpia”
Tomo la rosa entre sus manos por alguna razón su corazón latió más rápido al notar la pequeña nota de Gerard.
F. I
XoXo
G.W
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